La enseñanza del ajedrez como herramienta en el contexto de las estrategias para el desarrollo del pensamiento.
POR Jairo A. Becerra Torres
TUTOR Nicolás Espinosa Santana
Filósofo con énfasis en pedagogía de la lengua escrita
SENA REGIONAL ANTIOQUIA – CENTRO DE COMERCIO
OFICINA DE TUTORÍA VIRTUAL
Bogotá, D.C., 19 de Diciembre de 2007
La enseñanza del ajedrez como herramienta
(o medio) en el contexto de las estrategias para el
desarrollo del pensamiento.
OBJETIVOS:
- A partir de un inventario de vivencias como instructor de ajedrez (entre 1985 - 2007, más de veinte años) desarrollé un método de enseñanza que ahora relaciono con los contenidos del curso “Estratégicas pedagógicas para el desarrollo del pensamiento”.
- Teniendo en cuenta las bases conceptuales en torno a los procesos cognitivos y las concepciones actuales sobre el pensamiento y la inteligencia presento un método de instrucción para el ajedrez que propongo como una herramienta estratégica importante para el desarrollo del pensamiento, posibilitando la educación como un proceso más dinámico y puntual.
1. VIVENCIAS COMO INSTRUCTOR DE AJEDREZ
Mi experiencia en el campo de la pedagogía del ajedrez se inicia hacia el año 1984, y se consolida en 1989 através del programa de formación de alfabetizadores desarrollado por la Secretaría de Deportes de Ciudad Kennedy, con el apoyo y participación directa del dirigente Jorge Ávila, entre Julio y Noviembre de dicho año, mediante el cual se prepararon 18 bachilleres como multiplicadores del método de instrucción programada de ajedrez diseñado por mí en esos años. Posteriormente, en el año 1991, se introdujo el mismo programa en la institución INEM – Francisco de Paula Santander, del mismo sector, a cargo del Profesor Jorge Nadjar, del Departamento de Matemáticas. Participé, en el marco del Festival Panamericano de la Juventud de Ajedrez, en Junio de 2003, en el Seminario de Pedagogía y Arbitraje, obteniendo la certificación correspondiente otorgada por la Federación Colombiana de Ajedrez en conjunción con la Universidad Piloto de Colombia, con la participación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) mediante el Profesor Uvencio Blanco (Venezuela) del Comité Mundial de Ajedrez para las Escuelas.
En cuanto al programa que ofrezco a los alumnos de su instituto, del cual soy autor, me he basado, en primer lugar, en el concepto de la enseñanza ajedrecística llamado “instrucción programada”, presentado por Robert J. Fischer (nacido en 1943, Campeón del Mundo en 1972) en su libro “Bobby Fischer Enseña Ajedrez”, Editorial Pomaire, Buenos Aires, 1978, con las necesarias adaptaciones tendientes a instruir a grupos de cuatro a veinte niños entre los ocho y los dieciocho años. Posteriormente, tuve en cuenta los aportes de Adriana Salazar Varón (nacida en 1963), instructora desde 1981, Maestra Internacional FIDE desde 1990, nueve veces Campeona Nacional entre 1981 y 1996, Campeona Centroamericana y del Caribe en 1990 y Premio Compartir al Maestro Ilustre en 2002, presentados en su libro “Juega el maestro y ganan los niños – Una propuesta curricular: ajedrez en el aula”, 1999. Luego, recopilé, y adapté el Texto Oficial de la FIDE, “Sistema Instruccional de Ajedrez” (66º Congreso FIDE, París, 1995) presentado como metodología para la enseñanza y el entrenamiento del ajedrez en las escuelas. Finalmente, entre Abril-Mayo 2007, realicé el Curso en Administración Deportiva ofrecido por la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA) en convenio con la Alcaldía Local de Kennedy.
Ahora, con motivo de la participación en el curso “Estrategias Pedagógicas para el Desarrollo del Pensamiento”, SENA Virtual, presento este ensayo que tiene como objetivo principal ofrecer el ajedrez como una herramienta importante para el desarrollo del pensamiento en el contexto educativo del que hago parte.
2. EL AJEDREZ Y SUS DISTINTAS FACETAS
Juego | Arte . | Deporte | Ciencia | Herramienta educativa |
- Un conjunto de símbolos que representan historia y símbolos | -Belleza en lo insólito, preciso o armónico que se expresa con: | - Una actividad que mide esfuerzos y desarrolla la voluntad. | - Debido a la carga intelectual y de razonamiento lógico- matemático que impera en la ejecución de la partida y la resolución de problemas1 | - Oportunidad para el maestro de detectar indicios en los comportamientos de alumnos de gran ayuda al desarrollo de contenidos procedimentales y actitudinales |
- Una representación de ámbitos en oposición | - Un idioma con expresión clara pero apreciable por entendidos. | - Una prueba de comportamientos éticos. | - El pensamiento del ajedrecista durante una partida discurre de forma que se aproxima al discurso científico: observa, compara, clasifica, organiza ideas, hipotetiza, analiza, ensaya, sintetiza y toma decisiones.2 | . - Un test de habilidades transferibles a la escuela. |
- Un conjunto de normas a respetar, de progresiva complejidad. - Un ámbito de libertad que agrada a niños y mayores. | - Composición e interpretación de expresiones | - Una organización (internacional) que relaciona países, provincias y clubes (FIDE) | - Las aplicaciones matemáticas del ajedrez, por ejemplo, el Nobel de Economía 1996, aportes desde la teoría de los juegos (con base en el ajedrez en | - Una aplicación de ejercicios de pensamiento lateral, lógico, matemático, visual, etc. con verificaciones concretas. |
1 Blanco, U., p. 26.
2 Op. Cit., p. 27
situaciones de incertidumbre), al avance de las nuevas concepciones económicas.3 | ||||
- Un ámbito que necesita reglas claras. | - Un espacio de creatividad y recreación que acompaña al proceso educativo. | |||
- Por su trascendencia social, expuesto en los medios. | - La posibilidad de dar instrumentos de comparación frente al currículo. |
3. EL APRENDIZAJE EN EL AJEDREZ
- Es directamente observable
- Adquisición de una habilidad especial (el juego, el manejo de las piezas)
- Destreza en la manipulación de los elementos (tablero, piezas, reglamento, etc.)
Proceso externo:
- Puede ser observado, los estímulos que actúan sobre el aprendiz y su respuestas.
Procesos internos:
- Aunque no pueden ser observados, a partir de la metodología desarrollada para impartir las clases, se pueden “deducir” en cierto modo, lo cual ha sido evidente a lo largo de la experiencia y del cuidado con que se han llevado los “historiales” de los alumnos a lo largo de más de diez años de docencia.
- Comprende el uso de las facultades, capacidades, y potencialidades (físicas, mentales o afectivas)
A. Adquisición de conocimientos.
3 Op. Cit. , p. 27
- El aprendizaje del ajedrez es un proceso que lleva al individuo, a través del conocimiento de las reglas del juego y de las habilidades y actitudes desarrolladas mediante los ejercicios –debidamente programados e impartidos metódicamente- a un cambio de comportamientos, no sólo en la práctica del juego, sino en la forma de relacionarse con los demás participantes del curso y, por extensión, con su entorno cotidiano.
- La adquisición de los conocimientos necesarios –realizada básicamente con la inteligencia para el juego permite al individuo organizar, simbolizar, conceptuar sobre los estímulos que recibe, así como solucionar los problemas que se presentan, sucesivamente a lo largo de cualquier partida o posición planteada.
- El sistema de memoria del aprendiz de ajedrez, almacena las informaciones y experiencias adquiridas y el individuo las utiliza en cada nueva partida o esquema a lo largo del curso impartido.
- Propiedades específicas de los elementos sobre los cuales se espera que el alumno del curso de ajedrez emita “conceptos”, por ejemplo:
- Las posiciones ganadoras
- Posiciones que conducen al empate
- Posiciones que amenazan “ahogar” al rey
- Etapas por las que pasa el aprendizaje cognitivo del ajedrez:
1. Formación de conceptos simples: el alumno identifica las características de los movimientos de cada pieza, su posición inicial, su forma, su representación.
2. Aprendizaje de juicios. Por ejemplo: “El caballo mueve en ele”. Es necesario adquirir los dos conceptos (caballo, mueve) y establecer una relación entre ambos.
3. Generalización. A partir del conocimiento de situaciones específicas (posiciones de las piezas, etapas de la partida, etc.) es posible generalizar para otras posiciones o condiciones semejantes.
4. Aprendizaje de solución de problemas: el alumno se enfrenta constantemente a problemas planteados por las posiciones, cambiantes e inesperadas, a lo largo de la partida; analiza la posición (problema) y por medio de la utilización de los conceptos, principios y reglas conocidas previamente, intenta solucionar el problema respondiendo con una jugada. La capacidad de comprensión del problema (profundidad de cálculo y abstracción) y la creatividad, son muy importantes en este tipo de aprendizaje.
- Ha sido muy importante para el diseño del método de enseñanza de ajedrez propuesto, tener en cuenta las teorías sobre el desarrollo cognitivo, especialmente las de J. Piaget, de ahí que se propone el curso para individuos que se encuentren en la etapa (tercera) de las operaciones concretas (entre los 7 y los 12 años), sobre todo
porque en esta etapa han de tener la capacidad de deducir y llegar a conclusiones, de modo que sea competente para iniciar los conceptos (como en el caso de las matemáticas), reconociendo los significados de las piezas como “personajes activos y dinámicos” (en el espacio y el tiempo) y de las “posiciones” como situaciones (calma, lucha, amenaza, ataque, defensa, etc.). Se deben programar los ejercicios (los ejercicios se han programado) en función de la habilidad (capacidad) observada (y demostrada) con la ejecución de las mejores jugadas; de ahí que (durante más de 20 horas) se inicia con simples ejercicios con pocas piezas y, a medida que la capacidad del alumno le permite estar más atento y ser capaz de imaginar los movimientos de más piezas, se amplia el número de piezas que han de encontrarse en las posiciones iniciales. Los métodos tradicionales de enseñanza del ajedrez (tanto en libros como en la práctica de muchos instructores, incluso jugadores de competencia) desconocen estas teorías y de ahí que siempre comienzan los cursos a partir de la posición inicial completa, con todas las piezas del ajedrez, de ahí que no consiguen sino “abrumar”, “fatigar” y “desmotivar” a los alumnos desde el comienzo.
- Igualmente, la enseñanza del ajedrez permite y/o facilita que los niños desarrollen la siguiente etapa (cuarta), la de las operaciones formales, en la que el alumno utiliza la lógica para resolver los problemas que van surgiendo a lo largo de una partida, de modo que se les vaya facilitando el pensar y concluir a partir de sus propios pensamientos, haciéndose posible los razonamientos abstractos llegando hasta las conclusiones teóricas. Los niños que participan en los cursos de ajedrez, demuestran que en ellos la capacidad de “reflexionar sobre las operaciones que efectúa (no sólo durante el juego sino también en su entorno cotidiano) y sus resultados” se desarrolla más tempranamente, redundando en cambio de actitudes y comportamientos (observables, comprobables) que mejoran el ambiente educativo.
- También se han tenido en cuenta los aportes de otras teorías del aprendizaje al momento de impartir los cursos de ajedrez. Por ejemplo, la convicción para propiciar cambios en el sistema educativo, “en el sentido de ser más libre, más comunicativo, con mayor auto – confianza y auto – dirección, con mayor participación de los diferentes estamentos” (principios de C. Rogers, “Teoría Rogeriana”); de hecho, el instructor, profesor de ajedrez, desde el comienzo del curso, se involucra como un participante activo, dispuesto, a la vez, a recibir “enseñanza” de parte de sus alumnos, dado que en el transcurso de una clase (el estilo es simultáneo, el profesor atiende más de un tablero a la vez), el profesor puede cometer errores de cálculo, de apreciación, de razonamiento; de ahí que aparezca, precisamente, como “auténtico”, capaz de reconocer la superioridad de su(s) alumno(s) en un momento dado. El ajedrez, desde el punto de vista probabilística, es siempre “inabarcable”, “impredecible”, de ahí que, más de una vez, el alumno tiene la oportunidad de “saber más”, “razonar mejor”, ser un verdadero protagonista no solo a lo largo de una simple partida, sino en eltranscurso de todo un curso de ajedrez y, desde luego, facilitar un “ambiente de más libertad para alumnos, profesores y administradores”.
- Finalmente, el desarrollo y perfeccionamiento de la metodología propuesta se ha de nutrir del aporte de varias disciplinas como la psicología, la filosofía, la lingüística, la neurociencia, etc. que habrán de estudiar desde varias perspectivas cómo el alumno desarrolla su conducta por medio del aprendizaje del ajedrez.
B. Adquisición de habilidades.
Se realiza por medio del sistema sensorio – motor y factores motivacionales. En el caso del ajedrez, se requiere la coordinación visual (espacios del tablero, reconocimiento de las piezas y sus posiciones), en el espacio (el tablero) y en el tiempo (el cálculo de las jugadas, el orden preciso de ellas). Las habilidades se adquieren a partir del dominio de una gran variedad de hábitos más simples. Por ejemplo, la habilidad de reconocer y mantener la “iniciativa” en una “apertura” exige que el alumno sea capaz de medir, calcular los movimientos del caballo, del alfil, peón y demás piezas involucradas.
El método de enseñanza diseñado y propuesto, permite establecer periodo(s), número(s) de repeticiones necesarias para alcanzar el grado máximo de desempeño en el dominio de una(s) habilidad(es) específica(s); por ejemplo: el tiempo que requiere un niño de siete años para dominar el movimiento de un caballo es aproximadamente de quince (15) minutos; para llegar a tener la “habilidad” de enfrentarse, con sus dos caballos a los otros dos caballos del instructor (en total, 4 caballos en el tablero), requiere algo más de cuatro horas.
C. Cambio de actitudes.
El proceso de aprendizaje del ajedrez no consiste sólo en la adquisición de conocimientos o habilidades, sino que implica también cambio de actitudes; por ejemplo, se aprende a confiar en sí mismo, no dudar ni vacilar en la ejecución de movimientos, se aprende a no amedrentarse ni replegarse ante las jugadas “fuertes” del adversario, a tener paciencia en espera de situaciones más favorables, a no apresurarse e incurrir en movimientos equivocados, erráticos y sin lógica aparente.
Aquí conviene insistir en la importancia de impartir la enseñanza del ajedrez integrando a los alumnos de la manera más variada posible. El ajedrez permite no sólo la integración de géneros (niñas y niños), edades (niños y/o jóvenes jugando contra adultos y/o ancianos) sino también la integración de culturas (es posible impartir las clases mediante el método propuesto a personas que hablen diferentes idiomas) y condiciones físicas (personas normales con discapacitados, ciegos, por ejemplo).
4. LA COMPRENSIÓN Y EL AJEDREZ
- La pedagogía del ajedrez “pertenece a las ciencias humanas y de ninguna manera a las ciencias naturales”; “la pedagogía del ajedrez es un disciplina (en formación) que estudia y propone estrategias para lograr (colaborar), mediante el empleo del ajedrez como herramienta, en “la transición del niño (joven, adulto) del estado biológico-natural al estado humano-cultural, hasta su mayoría de edad como ser racional auto consciente y libre”, “bajo la perspectiva de la formación de los jóvenes (niños y/o adultos) dentro de un horizonte histórico- cultural determinado”.
- El educador (que se valga del) (deberá convencerse de la importancia del) ajedrez como herramienta estratégica que permite experiencias pertinentes y eficaces que posibilitan al alumno avanzar en su nivel de reflexión sobre el mundo natural y social y sobre sí mismo.
5. ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS INVOLUCRADAS EN LA METODOLOGÍA PROPUESTA PARA LA ENSEÑANZA DELAJEDREZ (CARACTERÍSTICAS)
El método evolutivo-deductivo, sistematizado y práctico, de enseñanza elemental del ajedrez ideado, desarrollado y presentado por el autor, Jairo A. Becerra T., se distingue de otros métodos por:
1. Estar estructurado con relación a la evolución y desarrollo históricos del juego, a lo largo de más de cinco mil años, pues algunas investigaciones arqueológicas han demostrado que los juegos con figuras y tableros de ajedrez estaban generalizados en Egipto, 3500 años de Cristo (U. Blanco, op. cit., pág 22). Los esquemas intentan reproducir, en lo posible, la evolución histórica del ajedrez, el cual, como cualquier desarrollo tecnológico, no surgió completo en un momento dado de la historia, sino que fue el resultado del aporte progresivo de diversos individuos, pueblos y culturas.
2. Hace énfasis en el empleo del proceso lógico de la deducción, en el que se razona de lo general a lo particular. Prescinde, en lo posible, de las explicaciones verbales, lo cual favorece la introspección y las facultades de razonamiento abstracto. Además, hace posible que alumnos de diferentes edades (desde los 5 a28 años, adultos y adultos mayores, si fuere necesario), de diferentes idiomas, si se diera el caso, o de distintas nacionalidades y/o ambientes culturales, puedan participar en un mismo curso, lo cual lo hace apto para fomentar, de modo original y novedoso, la integración humana, aspecto verdaderamente revolucionario en el contexto de las disciplinas deportivas.
3. Adicionalmente, el método, enfocado en el nivel elemental y orientado hacia los principios fundamentales del ajedrez, prescinde de los sistemas de notación tradicionales, lo cual facilita su utilización por parte no sólo de instructores o profesores con escasa o nula experiencia, sino que coloca al aprendiz en una situación activa, a diferencia de los libros y métodos tradicionales que suponen el estudio de textos –la mayoría de las veces ilegibles y de difícil comprensión- para ser recordados. El método implica el uso de manera activa e inmediata de las nuevas ideas, conocimientos y experiencias asimiladas. Adapta, además, el método desarrollado por el Campeón Mundial Robert Fischer, nuevo concepto en la enseñanza, “instrucción programada”, que permite un aprendizaje rápido y una retención del material muchísimo más eficaz que la que se logra con los textos o los cursos tradicionales. Hasta el principiante podrá recordar lo que se le ha enseñado y hacer uso de ello de inmediato (cf. Fischer, “Bobby Fischer enseña ajedrez”, Ed. Pomaire, Buenos Aires, 1973).
4. Es un método perfectamente personalizado, constituyendo, para el alumno, en una fuente constante de satisfacción, motivación y propia superación, dado que el alumno es el propio protagonista de su conocimiento, experiencia y autoevaluación. El instructor jamás propondrá al alumno un nivel a menos que el alumno haya demostrado todas sus capacidades, adquiridas mediante una actividad perfectamente programada, medida y evaluada.
5. Como complemento de lo anterior, se puede decir que el método toma en cuenta de manera equilibrada las diferencias individuales (cf. U. Blanco, “Sistema Instruccional de Ajedrez”, Caracas, 2000, pág. 1).
6. El método hace énfasis en la práctica concreta, la manipulación directa y el contacto que el aprendiz tiene con las piezas, el juego y el instructor. Con el fin de generar los hábitos del pensamiento disciplinado y la conducta durante el juego, el método prevé la utilización de los esquemas, simplificados al máximo, durante los minutos, horas o días que le sean necesarios al alumno para asimilar los conceptos aprendidos, adquirir suficiente habilidad en el empleo de las piezas y confrontar tales conceptos con su propia experiencia.
7. Retroalimentación: al estar basado en el proceso evolutivo que hizo posible el desarrollo histórico del juego, una vez que el alumno ha asimilado los principios básicos del método (lo cual ocurre al llegar al 75% del curso, aproximadamente hacia el esquema 24), está capacitado, sin necesidad de mayores explicaciones complementarias, para convertirse en nuevo instructor del método, redundando en un proceso multiplicador efectivo y eficaz, sumamente favorable y provechoso para los propósitos de masificación del juego. En tal sentido, se da importancia al ambiente y las relaciones de comunicación e interacción sociales. (op. cit., pág. 6).
8. El método es lógico y progresivo: el alumno aprende primero una pieza, adquiere dominio, destreza y habilidad suficientes y, en seguida, se enfrenta a nuevas piezas, en proporción a su aprendizaje, de modo que evita la saturación y el estrés inevitable en los métodos tradicionales que, contra toda lógica, suponen una excesiva saturación al pretender ejercitar al alumno con la totalidad de las piezas desde las primeras clases. El método es progresivo, aumentando proporcionalmente la carga de piezas sobre el tablero, en función de la capacidad individual, del entrenamiento adquirido, de la habilidad para observar y retener que progresivamente adquiere del aprendiz.
9. El método enfatiza y pone en práctica, desde el principio, la función del silencio como “un valor que debe ser respetado y compartido por todos en la sala” (op. cit., pág. 57), pues las clases son impartidas en absoluto silencio; las intervenciones del profesor se reducen a los breves minutos de preparación y culminación de la clase y, de modo esporádico, cuando ocurran situaciones o posiciones en las cuales se requiere la ilustración correspondiente (captura al paso, el enroque, particularidades del movimiento del peón, la coronación, etc.).Además, desde un comienzo, se impone la disciplina de silencio, no tanto por autoritarismo sino por la dinámica propia del método y por la índole específica del ajedrez.
10. La intensidad y frecuencia de las clases (sesiones de un mínimo de 120 minutos, dos veces a la semana) están orientadas a forjar en los alumnos “un sistema nervioso muy estable y un organismo que le permita suportar las múltiples tensiones generadas por las partidas de ajedrez”, “contribuyendo al mejoramiento del estado físico y mental” de los participantes (op. cit., pág. 36). (Conviene tener en cuenta que mediciones científicas han mostrado valores fisiológicos similares a los encontrados en deportes como el golf, curling o bolos de hielo, car racing y tiro al blanco, entre otros. Por tanto, los ajedrecistas deben ser físicamente aptos para sobrevivir los rigores de los torneos de competencia. Op. cit., pág. 40).
11. El método induce a los alumnos, desde el primer esquema, a la “administración racional del tiempo; búsqueda de solución en un lapso de tiempo preestablecido”, lo cual implica el uso de la concepción y representación temporal (cf. op. cit., pág. 52), de modo que, en este aspecto, también resulta original y superior en comparación a otros métodos de enseñanza ajedrecística. Es frecuente encontrar personas que critican o encuentran “aburridor” el ajedrez por su apariencia de “lentitud” o carencia de dinamismo; el método de instrucción programada, por el contrario, permite al alumno una experiencia dinámica del juego desde el primer contacto, pues el instructor impone el ritmo de “tiempo” a medida que pasa por todos y cada uno de los tableros de sus alumnos –al estilo de las simultáneas-, evitando, por tanto, que el alumno se “duerma”, se distraiga, empalague o encalle en una posición dada. Aun cuando en este nivel básico no se haga uso del reloj ajedrecístico empleado en los torneos, se inculca el hábito del control de tiempo mediante la anotación escrupulosa de los tiempos de inicio y fin de los correspondientes esquemas.
12. El método enfatiza, también de manera original y exclusiva, a diferencia de otros métodos, la naturaleza recreativa, lúdica del juego, pues los primeros esquemas han sido diseñados de modo que los alumnos, incluso aquellos para los cuales se trata del primer contacto con el juego, estén posibilitados para practicar en casa, con sus hermanos menores u otras personas que desconozcan el ajedrez, lo aprendido desde el comienzo. Durante las primeras horas del curso, el alumno aprende, se ejercita y practica las peculiaridades del caballo, de modo que nada tiene de extraño que concluidas las clases, el mismo principiante se convierte pronto en un entusiasta promotor del juego entre las personas que lo rodean. Es lo constatado en mi experiencia desde 1984, pudiendo mencionar anécdotas como aquella en la que, al cabo de unos pocos meses de instrucción a unos tres hermanitos, niñas y niños, uno de los vecinitos de aquellos, un niño de diez años, me venció absoluta y nítidamente en una doble partida.
6. ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA EL AJEDREZ EN RELACIÓN CON EL PENSAMIENTO COMPLEJO.
(Este capítulo queda pendiente en vista de la premura del curso, limitado para terminarse el próximo 21 -Diciembre-2007)
Comprendería los siguientes aspectos:
6.1 El ajedrez y las Inteligencias Múltiples
6.2 El ajedrez y la Inteligencia Emocional
6.3 El ajedrez y la Estrategia Pedagógica (ya tratado en el Cap.5, Estrategias pedagógicas involucradas en la metodología propuesta)
6.4 El ajedrez y el Aprendizaje Significativo
6.5 El ajedrez y la Transferencia de aprendizaje
6.6 El ajedrez y el aprendizaje por analogía
6.7 El ajedrez y el Pensamiento Complejo
6.8 El ajedrez y los Estilos de Aprendizaje
6.9 El ajedrez y la Ética en el manejo de la información
BIBLIOGRAFÍA:
BLANCO H., Uvencio J., “¿Por qué el ajedrez en las escuelas?”, Caracas, 1998. BLANCO H., Uvencio J., “Sistema Instruccional de Ajedrez”, Caracas, 2000. FISCHER, R., “Bobby Fischer enseña ajedrez”, Ed. Pomaire, Santiago de Chile, 1973.
MALKIN, V. B., “Problemas relativos a la preparación psicológica del ajedrecista” (páginas 98 a 111), en ESTRIN, Y. B., “Tratado de Ajedrez Superior”, Ed. Martínez Roca, Barcelona, 1984.
SALAZAR V., Adriana, “Juega el maestro y ganan los niños. Una propuesta curricular: ajedrez en el aula”, Fundación M. Pilar Mas, Barcelona, 1999.
ANEXO
Copia del “Curso de ajedrez – Método evolutivo, deductivo, activo”, por Jairo A. Becerra T. en su versión 2.015 de 2006, en el que se presenta la secuencia de “esquemas” programados.